Tasas de intercambio: ¿y el mandato de inclusión financiera?

Matías Spagui

Potenciar la inclusión financiera ha sido el norte que hemos seguido tanto las empresas Fintech como el gremio que nos representa (FinteChile), el Ministerio de Hacienda, la Comisión para el Mercado Financiero y el Banco Central, entre otros actores. Este diálogo permanente ha generado varios avances, destacando la entrada en vigencia de la ley que fija límites a las tasas de intercambio, donde recientemente el comité creado para ello estableció las tasas provisorias que regularán la industria de medios de pago.

Es valioso que el comité haya propuesto las tasas preliminares que se utilizarán para las transacciones con tarjetas de crédito (1,48%), débito (0,60%) y prepago (1,04%). Uno de los puntos destacados es que consideraron dentro de las tasas todos los pagos que realizan el adquirente, incluyendo las tarifas o costos de las marcas de tarjetas.

Esto es una señal potente de que el comité está comprometido con que la regulación sea efectiva en el cumplimiento del objetivo definido por la ley: impulsar el pago con medios electrónicos. En simple, mientras más comercios acepten estos medios de pago, más personas podrán acceder a ellos y disfrutar de sus beneficios.

Sin embargo, creo que hay espacio para bajar las tasas y establecer un mayor equilibrio entre la emisión y la aceptación de los diferentes tipos de tarjetas.

Por ejemplo, haber propuesto una tasa mucho más alta para crédito incentiva que los emisores de tarjetas lo privilegien en desmedro del débito, que ha sido el principal medio de pago utilizado para la inclusión financiera. A su vez, este mayor incentivo de la emisión de crédito podría justificar políticas de riesgo más laxas en los emisores y una proliferación del uso de crédito en una población que ya tiene elevados niveles de endeudamiento, y que no cuenta con la adecuada educación financiera.

La diferencia importante entre débito y prepago también debiese ser corregida, considerando que ya hay actores de la industria que no quieren implementar prepago por el costo que significa. Así, el mayor costo de prepago por sobre débito -que en la práctica se comportan muy parecidos- seguirá fomentando esa discriminación que atenta contra el acceso.

Por eso, para la definición de las tasas definitivas pedimos evaluar la reducción de las tasas y un mayor equilibrio entre ellas. Para ello, sugerimos utilizar como metodología el test de indiferencia. El propio comité aceptó en su resolución que es el modelo más adecuado para definir las tasas y también lo respaldó el economista Tomás Flores en su columna “Fijación estatal de las Tasas de intercambio: ¿sólo para la galería?” publicada por este medio hace algunos dias.

Confiamos en que el comité tomará en cuenta estas sugerencias, junto con los comentarios que realizarán todos los actores que lo estiman pertinente, para hacer los ajustes necesarios que nos permitan seguir avanzando en conjunto hacia un norte de mayor acceso a los servicios financieros.